miércoles, octubre 28, 2009

A préstamo

Bruni, mi madre adorada el otro día dijo algo que me hizo pensar: "Los hijos, en este mundo, son prestados". En un segundo mi cabeza procesó muchas ideas, razones y conclusiones al respecto y aún antes de acabar sabía que ella tenía razón.
La cuestión es cómo nos alejamos. ¿Agradecidos? ¿molestos? ¿resentidos? ¿aliviados? ¿felices? ¿tristes?
Pienso que todo depende de la manera cómo nos crían, qué valores nos inculcan, qué principios aprendemos. Es por eso que después de haber sido "cabeza de familia" desde los 11 años, después de que mi papá muriera, me fue terriblemente difícil apartarme de mi familia para hacer la mía.
Sin embargo, lo que le debemos a Bruni jamás se lo vamos a poder pagar. Nos crió unidos, sin dar más amor a uno u otro, enseñándonos desde pequeños de que la vida y todo lo que obtengamos de ella no sería gratis. Nos enseñó a no ser egoístas, rencorosos, a saber compartir. Nos enseñó a defendernos, a respetar a los demás pero, sobretodo a respetarnos a nosotros mismos. Por eso ahora entre nosotros, 6 hermanos, el cariño que nos tenemos es legítimo y sabemos que mientras mucha gente pueda pasar en nuestras vidas, siempre estaremos unidos.
Nos enseñó todo eso y mucho más, y todo eso sabiendo que algún día nos "devolvería" al mundo.
¿Pero saben qué? Ella cree que nos ha "devuelto" pero la verdad es que jamás nos "fuimos"

1 comentario:

  1. oh... ='). Es muy cierto, nunca nos vamos a ir... Y me hizo pensar en una canción de Drexler:

    cada uno da lo que recibe
    luego recibe lo que da
    nada es más simple
    no hay otra forma
    nada se pierde
    todo se transforma

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