lunes, octubre 31, 2005

Marifota!!!


Esta es María Fernanda, la mayor de mis sobrinas. Es ella una niña de 5 años que si la conocieran coincidirian conmigo en 2 cosas: Uno, es una niña muy despierta para su edad. Es inteligente, imaginativa, directa (como todo niño y más), sincera y con una facilidad de palabra asombrosa y; Dos, le pasa cada cosa! Tiene en su haber muchas anécdotas que nos han hecho doblarnos de risa. Es como decimos nosotros una niña vieja. Les voy a contar una que es digna de mención y que casi me cuesta la vida.
Por un lado, es harto sabido, por quienes me conocen, que soy un declarado admirador de este genio de la literatura. J.R.R. Tolkien, autor de " El Señor de los anillos". María Fe me ha escuchado muchas veces hablar de la novela, me ha visto ver las peliculas y sostener intensas conversaciones a propósito de ella. Por otro lado, estamos en el mes de octubre, mes en la que gente de todo el Perú y del mundo convergen en la capital (Lima) para rendir culto a una de las imágenes más veneradas: La imagen del "Cristo de Pachacamilla" o como lo conocemos más comunmente: La imagen del Señor de los Milagros.
Ahora bien, a propósito de este santo, en el nido de María Fe sus profesoras siempre realizan una pequeña celebración en su homenaje. Para ello piden (cuado no) una "pequeña colaboración" para que todo "salga bonito". Bueno pues, llegó el día y la mamá de María Fe (mi hermana Charo) llevó de la mano a su hija, contenta como siempre de que su niña aprenda algo nuevo cada mañana en el nido donde los pequeños hacen lo mejor que saben hacer: ser niños.
Antes de ingresar María Fe le dice a su mamá: "Charo, yo le doy el donativo a mi miss pe". "Esta bien" le dice ella. La profesora sale a recibirlas en la puerta, se saludan y es allí donde sucede lo más inesperado, algo por lo cual mi hermana me sigue buscando para pegarme. María Fernanda saca de su bolsillito el donativo y muy inocentemente y con una seguridad propia de ella le dice: "Miss aquí traigo mi donativo para el Señor de los Anillos". Solo imaginen la cara de la profesora que, por cierto, jamás había escuchado el nombrecito. Imaginen la cara de la mamá de María Fe al escuchar tremenda frase. La profesora intercambiaba su mirada entre María Fe y la mamá de esta sin saber que decir. La mamá de María Fe miraba a su hija y a la profesora consecutivamente sin decidirse a correr dejando sola a su hija para que sea ella misma la que salga de su rollo o si buscarme para atacarme a palos. Lo cierto es que por su mente solo pasaba un pensamiento: "Miguel, de esta no te salvas!" Mientras eso sucedía que no fueron más que unos pocos segundos los ojitos de mi sobrina miraban al piso. Ciertamente se había dado cuenta de que algo andaba mal. Hasta que por fin su carita resplandeció y mirando a su profesora dijo: "No! no!, perdón, quise decir El Señor de los Milagros" El alma le volvió al cuerpo a mi hermana y la profesora por fin pudo relajar sus musculos faciales y borrar esa sonrisa congelada. Según mi hermana, trató de explicarle a la profesora, sin mucho éxito, que era "El Señor de los Anillos". Esto sucedió hace algunos días. Si mi hermana pregunta por mi, diganle que no me han visto.

5 comentarios:

  1. JAJAJAJAJA!. Oye que buena idea, fàcil voy a salir con mi lata pidiendo donativos para el señor de los anillos! ;)

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  2. Juazzzz

    Isa me ganó el comentario. Yo también me uno a la hermandad de El Señor de los Anillos :)
    Una colaboracion por el amor de Eru!!!!!!!

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  3. Hagamos cuadrillas con tias sahumadoras vestidas de elfos... Sin ánimos de ser blasfemos dire que la anecdota es de lo mas divertida.

    ¿Cómo sería una procesion del Señor de los Anillos?? viertan sugerencias

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