Siempre me sucede cuando más apurado estoy. Llegas al supermercado, te paseas en busca de las cosas que necesitas (yo, en este caso solo necesitaba yogourt y 2 panes :) ). Porque, yo sé cuidar mi cuerpo :p.
El caso es que con esas 2 simples cositas es obvio que vaya en busca de la caja rápida, que de rápida solo tiene el nombre, ya que parece que el tiempo ahi se detiene. Le hecho una mirada a la fila, hay 7 personas (sí, las conté), veo que, como yo, solo llevan un par de cosas, tres a lo mucho. Asi que espero y por milagro, la cola, como nunca, avanzó ligero. Estaba yo feliz pensando en todo el tiempo que había ahorrado (detesto esperara más de lo necesario). Cuando el señor que estaba delante mio, entrega sus cosas a la cajera y de repente... zas!!!, saca una tarjeta de crédito!!. Maldita sea!, por qué a mi!?. Siempre es lo mismo y lo que ha continuación pasa es ya costumbre: La cajera empieza a hablar en cetáceo, la máquina para pasar la tarjeta no funciona bien, se demora en botar el recibo, le piden al tio su DNI y recién trata de ubicarlo en uno de los tantos bolsillos que tiene, que después de buscar tanto, encontrar y entregar su DNI, dice: "...espere señorita, tengo Bonus", ñerda!!!. Y a mi que se me enfrían los panes y el yogourt pierde su punto de congelación. Cada vez que eso sucede pienso que es la venganza de las tarjetas de crédito, tarjetas de las que me deshice ya hace tiempo porque son muy sangronas, además de que hacían que el que estaba detrás mio, me recordara, sin conocerla, a toda mi familia. Para la próxima enviaré a mi robot, él tiene más paciencia que yo.
El caso es que con esas 2 simples cositas es obvio que vaya en busca de la caja rápida, que de rápida solo tiene el nombre, ya que parece que el tiempo ahi se detiene. Le hecho una mirada a la fila, hay 7 personas (sí, las conté), veo que, como yo, solo llevan un par de cosas, tres a lo mucho. Asi que espero y por milagro, la cola, como nunca, avanzó ligero. Estaba yo feliz pensando en todo el tiempo que había ahorrado (detesto esperara más de lo necesario). Cuando el señor que estaba delante mio, entrega sus cosas a la cajera y de repente... zas!!!, saca una tarjeta de crédito!!. Maldita sea!, por qué a mi!?. Siempre es lo mismo y lo que ha continuación pasa es ya costumbre: La cajera empieza a hablar en cetáceo, la máquina para pasar la tarjeta no funciona bien, se demora en botar el recibo, le piden al tio su DNI y recién trata de ubicarlo en uno de los tantos bolsillos que tiene, que después de buscar tanto, encontrar y entregar su DNI, dice: "...espere señorita, tengo Bonus", ñerda!!!. Y a mi que se me enfrían los panes y el yogourt pierde su punto de congelación. Cada vez que eso sucede pienso que es la venganza de las tarjetas de crédito, tarjetas de las que me deshice ya hace tiempo porque son muy sangronas, además de que hacían que el que estaba detrás mio, me recordara, sin conocerla, a toda mi familia. Para la próxima enviaré a mi robot, él tiene más paciencia que yo.
ojala tuviera tu fuera de caracter para poder deshacerme de las malditas SANGRONAS tarjetas, es bonito lucirte pagando con tu Amex o Dinners pero a fin de mes ahi estas desesperado viendo como mierda las pagas aunque no las hayas usado! (xq igual te cobran como 20 soles por mantenimiento)
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